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¿Soy muy tonto?

A veces pienso ¿soy muy tonto?. Bueno, eso es lo que a veces me digo cuando miro atrás y pienso en todo lo que he vivido.

Mi vida ha sido como un valle, con momentos buenos y otros no tanto. Pero hoy quiero hablar de lo que ocurrió desde que cumplí 53 años, porque fue un punto de inflexión. Como muchos saben, una enfermedad neurológica me llevó a estar en una silla de ruedas. Esa situación cambió mi vida de manera radical, pero también me abrió la puerta a nuevas oportunidades y aprendizajes.

En ese proceso, descubrí el poder del coaching, la PNL y la escucha activa. Me formé como coach y empecé a trabajar en la ONG Homeless Entrepreneur, primero dando sesiones individuales y luego grupales de escucha activa. Fue ahí donde comprendí cómo la atención, la escucha y el acompañamiento emocional pueden transformar vidas.

Conocí a otras personas y empresas que me inspiraron a desarrollar nuevos proyectos, todos centrados en ayudar a las personas a mejorar emocionalmente y alcanzar sus objetivos de vida. Entre ellos, Mauxita se ha convertido en un proyecto clave: un espacio donde la escucha activa y el apoyo emocional son el corazón de todo lo que hacemos. Además, estoy desarrollando otros proyectos como NaxosWork, Ágora Hubs y Kairo Coach, todos alineados con la visión de ofrecer un sostén emocional, acompañamiento y crecimiento personal.

Con el tiempo

Lo que más me ha enseñado este camino es que no estamos solos. Cada persona que he encontrado en mi recorrido, cada sesión de coaching, cada conversación, me ha ayudado a crecer y a creer en lo que podemos lograr juntos. Cuando digo que soy “muy tonto”, en realidad quiero decir que aprendo y me apoyo en las personas que encuentro por el camino, y eso me permite avanzar y crear proyectos que impactan emocionalmente a otros.

En Mauxita, creemos que cada interacción, cada sesión de escucha activa y cada proyecto es una oportunidad para fortalecer el bienestar emocional y el desarrollo personal. Porque, al final, mejorar emocionalmente y tener un sostén emocional no es un lujo: es una necesidad en un mundo donde todos enfrentamos desafíos.

Y quizás… confiar en los demás y apoyarse en ellos no sea tan tonto después de todo.

A veces pienso ¿soy muy tonto?. Bueno, eso es lo que a veces me digo cuando miro atrás y pienso en todo lo que he vivido.

Mi vida ha sido como un valle, con momentos buenos y otros no tanto. Pero hoy quiero hablar de lo que ocurrió desde que cumplí 53 años, porque fue un punto de inflexión. Como muchos saben, una enfermedad neurológica me llevó a estar en una silla de ruedas. Esa situación cambió mi vida de manera radical, pero también me abrió la puerta a nuevas oportunidades y aprendizajes.

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