La verdad, no sé muy bien cómo empezar esta carta.
Una carta en la que quiero expresar mi agradecimiento a muchas personas por el cambio que ha dado mi vida.
Podría empezar desde aquel día en que mi neurólogo me dio por fin un diagnóstico: paraplejia espástica hereditaria. Pero creo que ese tema ya está más que superado, pues ocurrió hace casi seis años.
Después de esa noticia, lo único que vinieron fueron preguntas:
¿Por qué me había tocado a mí?
¿Qué iba a hacer con mi vida?
Bueno, la verdad es que esas preguntas solo duraron una semana.
Fue entonces cuando empecé a buscar escuelas de coaching. Me costó, pero al final encontré aquella que sentí que era la adecuada. No fue fácil ir a clase. Cada miércoles me levantaba a las 7 de la mañana, cogía dos autobuses y con mi bastón de apoyo llegaba a clase a eso de las 8:30. Las clases empezaban a las 9 y duraban toda la mañana.
En este camino quiero agradecer especialmente a mi profesora, Anna Flores.
Cuando íbamos a terminar el curso, aunque había hecho muchas prácticas con mis compañeros, yo aún sentía que no estaba listo para dar sesiones reales. Me faltaba lo que yo llamo: vender mucho pescado.
Así que, tras muchos días de búsqueda, encontré una ONG llamada Homeless Entrepreneur, y a su presidente, Andrew, a quien agradezco profundamente por confiar en mí.
Nada más terminar el curso, empecé a tener sesiones con personas de la ONG. Algunas de esas personas fueron: Carlos, María, Fabio, Jennifer, Mario, Joaquín, Francisco… A todos ellos les doy las gracias, porque sus vidas no son fáciles, y gracias a ellos aprendí a flexibilizar mis enseñanzas.
También agradezco a otras personas que han querido crecer conmigo: Sandra, Noemí, Xela, Rosa…
Aunque ya no trabajemos juntos, aún las tengo en el WhatsApp, y de vez en cuando les felicito el año o les pregunto cómo están y cómo va su vida.
Este ha sido un capítulo importante en mi vida.
Una enfermedad me ha dejado en silla de ruedas, sí…
Pero también me ha dado la oportunidad de ser mejor persona, y de ayudar a otras personas a serlo también.
Gracias por formar parte de este camino.
Xavier Benet Gómez
